Misiva germana

Viaje de negocios

Pues mira tu por donde... era necesaria una impresión personal de las posibles empresas consultadas para el montaje del parque fotovoltaico. Así que maletas, pim, pum.... fiiiuuuu.... Valencia. Ya estoy aquí.


Taxi avion
En primer lugar decir que de primera clase nada... hoy el mundo empresarial ya no está para volar en bussiness, que hay que apretarse el cinturón. Pero de todos modos un vuelo directo en Happand Lloid (o cómo se escriba), con comida a bordo, no está nada mal. Si hasta te ponen en una pantallita en todo momento la posición del avión, velocidad, altura y todas esas mariconadas.

Eso respecto al vuelo, porque después ya nos cuidamos un poquito más. Alquilamos un BMW grande con un GPS que hablaba italiano (no me pregunteis por qué), y nos fuimos hasta el hotel, céntrico, 4 estrellas... 100 eurillos por noche y por habitación.


Tomando contacto con mi nuevo hogar durante tres días
Después de la primera entrevista, en una oficina de Valencia, nos fuimos a cenar con horario alemán. Cual sería nuestra sorpresa cuando a eso de las 8:20pm en un italiano cercano al hotel nos dicen que está cerrado... y que todavía abren en 10 minutos. Aahhhhh... por fin me siento cómo en casa... con un horario decente, y no cenas desde las seis de la tarde.

Una de las peculiaridades de la ciudad que más me llamo la atención es la presencia de miles de retretes: todas las calles estaban cubiertas por kilometros de wc desmontables colocados en fila... y dado que no había escuchado en las noticias nada sobre una epidemia diarreica en España, o una exposición de arte contemporáneo, pués me supuse que esta extraña configuración sería debido a algún otro acontecimiento desconocido hasta el momento.


Impresionante... esto sería útil en San Teleco, ¿no?
Al día siguiente circulábamos por la autopista, ya habituados a la sensual voz italiana del GPS. Carsten, que conducía, no paraba de maldecir por lo bajo... así que yo le pregunté que pasaba, la respuesta era lógica:

- Tan buenas carreteras y esos estúpidos límites de velocidad. ¿De verdad no se puede ir a más de 120?

Hacia el aeropuerto de Stuttgart él había hecho una media de 160 km/h con picos de 200km/h cómo lo más normal del mundo... y realmente conducía de forma segura, en los túneles bajaba a 100km/h, aún a falta de señal, en zona de tráfico también reducía...

Ante esto yo intenté explicarle la forma de pensar española, para convencerlo de que en España había mucho marulo y que era necesario un límite de velocidad. Pero bueno, él no se mostro muy comprensivo, y en los siguientes días aumentó progresivamente la velocidad... bueno, hasta hoy no nos ha llegado ninguna multa así que creo que todo ha ido bien.


También hicimos una pequeña parada donde se va a situar el parque solar... y allí pude ver con tristeza los olivos que se van a arrancar para plantar en su lugar los módulos solares.

Realmente se trataba un viaje de trabajo, con una apretada agenda... el jefe de proyecto observó ese plan con mala cara...

- Mmmmm... esto no va a poder ser - dijo, refiriéndose a mí.
- ¿Qué pasa?
- Vas a tener que adelantar esta entrevista.
- ¿Por qué?
- Te has olvidado de poner en la agenda el partido de alemania, que juega a las 5 de la tarde. Esta cita tiene que ser a las dos, y cortita.
- ¡¡¿?!!

Así que el viernes a las 4 "Feierabend": Nos instalamos comodamente en el bar del hotel disfrutando de un día de vacaciones en Valencia, que el avión no salía hasta el día siguiente.

Este partido lo ganó Alemania en los penaltis con gran sufrimiento, por lo que lo siguiente era un paseo por la ciudad vieja parando en las tabernas para celebrarlo a base de cerveza española.
Ya estábamos bastante tajadillos cuando se decidió volver al hotel... decisión democrática, me refiero, porque yo en este estado no tenía ganas de irme a cama.
Debido a esto cogí mi cámara y me fui a dar un agradable paseo por la Ciudad de las Artes y las Ciencias...

La desidad de retretes aumentó al acercarme al auditorio por lo que supuse que allí estaba la solución al misterio... altavoces, vallas, seguratas... ahh, seguratas:

- Hola, buenas noches.
- No se puede estar aquí.
- Sólo quería hacer unas fotos.
- Ni fotos ni leches, por aquí no se puede estar...
- ¿Por donde puedo ir entonces?
- Al otro lado de la valla - ¿? ¿Estaba en el lado incorrecto?
- Bueno, da igual, ¿por qué toda esta movida?
- ¿Es que no lo sabes? La próxima semana se celebra la congregación de las familias cristianas y viene el Papa. - El misterio estaba aclarado, esos fanáticos católicos iban a tomar la ciudad.


Al día siguiente dimos un paseo por la playa...


...visitamos la ciudad de las artes y las ciencias de forma oficial...



...nos tomamos unas cañitas en una cervecería autoservicio...


...y ganamos la competición entre mesas claro, que para eso éramos alemanes entrenados.

posted by _zarr_ @ 10:37 a. m.