Misiva germana

Völklingen

Este fin de semana habia organizado un viaje a Völklingen por la oficina de relaciones internacionales de la HTW. Se podria pensar que es algo que queda en el quinto huevo, pero no: resulta que teniamos un patrimonio cultural de la UNESCO a 10 minutos en tren y nosotros sin enterarnos...
¿Patrimonio cultural? Tiene pinta del tipico monumento aburrido (aburrido sobre todo por incluir la palabra cultural en su nombre), pero resulta que en vez de la tipica muralla, catedral o cosa por el estilo la visita se referia a una planta metalurgica (Hütte en aleman, para abreviar), y claro, una visita de estas caracteristicas se puede hacer tan entretenida como se quiera: tan solo nos falto llevar las pistolas de bolas.

El grupo que formaba la visita era de lo mas pintoresco: los checos (que fueron nuestros improvisados guias), un frances (al unico que le queda la novia demasiado lejos como para irse todas las semanas), los rumanos (que ya estan hasta los huevos de que los alemanes los tomen por delincuentes), la coordinadora internacional (que es la pava mas moralista del mundo y no paro de repetir que alli dentro no se podian hacer fotos), una alemana (que no se muy bien que pintaba alli, ya que no me apetecia hablar aleman), un grupo considerable de espanholos (animando el cotarro), Lars (el mejicano al que solo le queda una semana para acabar su gira europea), Peta (nuestro bohemio profe de aleman) y la futura profe de aleman (¿churri del Peta?). Si señor, se trataba de una buena seleccion.

Los checos nos soltaron una presentacion en aleman sobre la planta metalurgica... muy interesante, pero en aleman, claro. Pasamos adentro y vimos la planta de compresion del aire, generadores electricos, zona de almacenamiento de materia prima... todo bajo la atenta mirada de Dani, que se queria mangar un casco de los que llevaban los guias.


Algunas fotos de la visita
En esas estaba cuando aparecemos ante un galpon lleno hasta los topes de cascos, por lo que todos nos lanzamos a por el que mejor nos sienta, por supuesto haciendo caso omiso al codigo de colores, que tenia algo que ver con el tamaño de la cabeza en cuestion. Asi ataviados enfilamos unas escaleras que suben y suben y suben, hasta la zona de transporte de la materia prima, unos 15 metros sobre el nivel del suelo donde a pesar del riesgo de pasar por un guarro el resto de la tarde no pude evitar subirme a una vagoneta para sentirme como Indiana Jones... lastima que no se pudieran empujar.


A continuacion la coordinadora se decide quedar, diciendo que el año anterior no le sento muy bien lo de subir hasta arriba de todo... y el resto subimos unos metros mas a traves de un laberinto de plataformas formado por suelo de reja. Desde el momento en que vimos los tentadores cogotes de los que en el nivel inferior circulaban, nos quedo clara la oculta funcion antilapo que tenian en realidad los cascos.
Tambien nos sorprendio la presencia de unos grandes focos que apuntaban al cielo, y que podian ser tanto focos antiaereos como senhales para llamar a Batman, que pese a los intentos de Dani, se nego a aparecer.


Que tentacion, que tentacion...
La espina que nos quedaba por no poder empujar las vagonetas la vimos saciada a unos veinte metros sobre el nivel del suelo, cuando vimos una serie de bancos moviles sobre railes, pensados para ver la panoramica maravillosa proporcionada por esa altura... yo de avispado le dije a Esteban que sacara unas fotos para hacer una panoramica y asi verla en casa, mientras me dirigia con pasos decididos hacia el banco y me lanzaba sobre los railes haciendo un ruido atronador... el final de los railes se presento mas cerca de lo previsto por lo que casi salgo disparado con el peligro de romperme algo por semejante gilipollez.



Unas cuantas fotos estupidas despues, haciendo caso omiso del insistente cacareo de la coordinadora, dimos por concluida la visita...


...en la seccion de degustacion de vinos de un centro comercial cercano.

posted by _zarr_ @ 4:48 p. m.